Tenía pensado renovar los trapos de la cocina, y he aprovechado para darles un aire veraniego. Esta vez no será tan elaborado como el trapo-pato/Marge Simpson, pero os aseguro que es igual de práctico.
¿Qué necesitáis?
¿Cómo hacerlo? Muy, pero que muy sencillo. Sólo tenéis que seguir los pasos y en 15 minutos estará listo.
¿Qué os parece?
En este caso los trapos ya venían con la presilla para colgar, pero si no tienen se lo puedes añadir en la zona que te convenga (mejor en el vértice del trapo y no en el lateral como lo tienen los míos, así quedará más centrado al colgar).
Ahora a disfrutar del trapo, sí, sí no es para menos… está allí donde lo he colgado… no tiene patas y no se ha escapado a ninguna otra parte de la casa… otro trapo que se queda allí donde más lo necesitas…
¡Feliz semana!
Estoy haciendo un repaso porque compruebo que se me han pasado algunas de tus últimas entradas: el verano, menos tiempo en solitario…
Bueno, qué decirte, me encanta cómo has convertido un simple paño de cocina en un artículo de cocina tan bonito y original. Me parece buena idea hasta para regalar a las cocineras de mi familia. ¡Me lo apunto para esta Navidad!
¡Estupendo!, como ves es muy sencillo y resultón. Seguro que las cocineras de tu familia estarán encantadas. Ya enseñarás cómo te quedan y la combinación de colores y telitas que hagas…por cierto también es una buena idea para reutilizar retales, eso sí, debe ser un retal algo generoso, jejeje