Últimamente nuestra pequeña no para de mover cosas de una habitación a otra: la «nena» de la cunita al salón, los libros de un sitio para otro… hasta la mesa musical que le regaló el «Padrí» que parece más un andador que una mesa de juegos… El caso es que la mesa no está preparada para esa función y cada vez que arrastra la mesa se oye un ruido ensordecedor que parece que sólo a los adultos nos molesta porque ella disfruta a lo grande…
Así que el otro día se me encendió una lucecita y pensé que ya tenía la solución para evitar aquel desagradable ruido…tenía que hacer unos patucos para evitar que el plástico rozara contra el suelo…
Reuní los materiales:
y después de un rato ya estaban listos…
y nosotros gozábamos de algo más de tranquilidad.
Y el caso es que me animé y apliqué la teoría a la mesa del salón… y salieron unos «calcetinicos»… eso sí, esta vez utilicé también ganchillo para la base para que fuera más mullido que el fieltro que tengo.
Primero la base (cuadrada en este caso), luego una vuelta de reconocimiento para luego poder crecer en vertical, la segunda vuelta (consigue crecer en vertical si coges sólo la parte de arriba de la cadeneta en vez de coger toda la cadeneta), en las siguientes vueltas a dejar volar la imaginación…
ahora voy a por las sillas…