Después de unos días con la familia ya hemos regresado a casa :). Hemos vuelto contentos, muy espabilados (esto va por la peque que no ha parado ni un minuto de correr arriba y abajo, subir y bajar escaleras, descubrir un montón de cosas nuevas) y con unos cuántos kilitos de más porque las torrijas, sombrerillos y piñas que ha hecho mi madre y sus estupendos guisos no merecían perder bocado… y eso que hemos intentado moderarnos…
En fin, unos días para descansar de la rutina, ver lugares nuevos… y hasta ir al cine, que hacía tanto que no íbamos que ya ni me acuerdo que vimos la última vez… eso sí, aprovechándonos de unos canguros de primera que han disfrutado de lo lindo…
Así que con tanta fiesta… pues poco he avanzado en los mil y un proyectos comenzados….Y eso que no ha sido por ganas de empezar cosas nuevas porque después de ver las vainicas que ha hecho mi madre, ganas me han dado de pedirle que me enseñara en los pocos días que hemos tenido….
Está claro que lo mío es costuritas por genética desde mis abuelas pasando por mi madre, los hilos, ganchillos, telas y costuritas varias han estado siempre en mi familia. Pero la verdad es que siempre se pueden aprender cosas nuevas en este campo costuril tan amplio y así me lo ha mostrado mi maestra… ¡¡¡Qué delicia de vainicas, puntillas y bordados que ha hecho!!!
Y para que no os quedéis con las ganas… aquí va una pequeña muestra de sus obras de arte… a ver si este verano tenemos tiempo para que me enseñe a hacer la vainica de las hojas o las crucecitas que me parecen ideales… sobretodo para adornar alguna blusa o vestidito de hilo …
Y cómo no… después de hacer un montón de toallas de hilo con varias vainicas… no podía faltar una toalla para nuestra pequeña, con su nombre bordado y todo… ¡Gracias Mamá!