Abrir el cajón de los proyectos a medias es… ehh… aixx… no sé bien cómo definirlo, porque influye bastante el estado de ánimo… pero en general es… muy inquietante, a veces frustrante, y cuando menos sorprendente… sobretodo cuando te das cuenta de que hay algunos que llevan años y que esperan allá pacientes el ser rescatados para verse finalmente acabados… allí, a pesar de estar comenzados, se encuentran relegados… si no al olvido cuando menos a una pausa indefinida…
Entre ellos un tapiz de punto de cruz que hizo la “Iaia” para la peque en su primer cumpleaños… no tenía claro en qué se convertiría tal vez en un cuadro, o en una alfombra… y al final me decidí por un cojín… eso sí… amoroso porque los ositos a mí me lo parecen y a la peque le encantan…
Así que dedicaré el petit petit de hoy a hacer un cojín, por supuesto el gran trabajo lo ha tenido la “Iaia” al hacer el tapiz, que le ha quedado bien bonito, la transformación en cojín poca cosa: coser y cantar, nunca mejor dicho…
¿Qué necesitas?
Si no tienes una “Iaia” que te haga el trabajo de punto de cruz, tienes varias opciones: o te pones tú misma… o compras una tela que te guste y la pones de delantero ;).
La parte trasera la he hecho sin botón, velcro u otro tipo de cierre, simplemente sobreponiendo las telas traseras. Tienes que cortar 2 piezas unos 10 cm más largas que la mitad de la medida del cojín. Haz el dobladillo de la parte que quedará en el centro de la trasera del cojín. Ahora ya sólo queda colocarlas para coserlas al tapiz/tela delantera. Recuerda: con las caras buenas en el interior y las 2 traseras sobrepuestas… ahora a coser a 0,5 cm del extremo todo el perímetro del cuadrado… Al darle la vuelta, por la obertura que hemos dejado en la parte trasera introducimos el relleno y voilà….
… en estado neutro (sin forzar esa obertura) el exceso de las telas traseras permite que no se abra, ni se vea el relleno…
¿os gusta? la peque esté encantada…